Los niños, más que nadie, disfrutan de los juegos. Su participación en ellos les permite, según afirma el psicolingüista Jerome Bruner, ir construyendo las estructuras mentales que utilizarán posteriormente para conducirse en el mundo. En la creación de sus espacios lúdicos, los niños ensayan su participación en las relaciones sociales y lo hacen en un horizonte de disfrute, en donde el intercambio de roles les permite probar diversas fórmulas y movimientos para lograr los objetivos propuestos en el desarrollo del juego.
La violencia de los padres, la tensión intrafamiliar, los abusos sexuales, la miseria, la marginación, los vicios, la falta de oportunidades, las ideas heredadas de padres a hijos... éstas son las verdaderas generadoras de violencia y no un juego de “guerritas” o de “balazos”. Está documentado que muchos abusadores sexuales sufrieron en su infancia este mismo mal.
No obstante, recomendaciones como las que hizo la diputada Esthela Damián, de obsequiar a los niños juguetes formativos en lugar de bélicos, debe ser bien recibida. No tanto porque los juguetes bélicos sean la causa de la violencia, sino por los beneficios que dejan a los menores los objetos de entretenimiento que han sido creados para desarrollar su inteligencia o su imaginación.
Alguien tiene alguna opinion??